El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA por sus siglas en inglés) ha publicado su informe anual en donde se incluye el estudio ‘Mi cuerpo me pertenece: reclamar el derecho a la autonomía y la autodeterminación’ el cual aborda por primera vez la autonomía corporal en todo el mundo, definida como “tomar decisiones sobre el propio cuerpo sin temor a la violencia, sin coacción y sin que nadie decida sobre uno mismo”.
Este estudio evidencia la situación actual de las mujeres y niñas en 57 países en vía de desarrollo basándose en 3 ejes o factores: el acceso a la salud, el poder elegir métodos anticonceptivos y el tener relaciones sexuales consentidas, aunque también incluye otros, como el matrimonio infantil o la esterilización forzada. De la misma forma, este documento refleja que en América Latina y el Caribe el 26% de las mujeres entre 15 y 49 años, lo que corresponde a 1 de cada 4 mujeres, no puede decidir sobre su propio cuerpo: no pueden usar anticonceptivos, no pueden negarse a tener relaciones sexuales o quedar embarazada en contra de su voluntad.
Poder decidir sobre uno mismo es una cuestión de dignidad y va de la mano del derecho a la integridad corporal, a poder “vivir libres de actos físicos de coerción o de la violencia sobre el cuerpo”, según el estudio.