La promoción de la salud sexual precisa de entornos sociales que fomenten relaciones íntimas libres de coacción y violencia donde se respete la diversidad de orientación sexual. La prevención consiste en evitar las consecuencias no deseadas de la actividad sexual. Ambos enfoques son necesarios y complementarios para cuidar la salud sexual en todos los grupos sociales y a cualquier edad.